dilluns, 20 d’agost del 2007

Lasaña de espinacas y atún


Ingredientes*:

- Placas de lasaña
- Queso en lonchas (que no sean muy gruesas)
- Espinacas (congeladas)
- Atún en conserva
- Tomate triturado (frito no)
- Bechamel (se puede comprar o hacer): margarina, harina y leche


* Las cantidades dependen de la cantidad que se quiera preparar

Preparación:

1) Poner las placas precocinadas en un molde con agua caliente y una gota de aceite de oliva para que no se pegue.

2) Poner los bloques de espinacas congeladas a cocinar en una olla con un chorrito de aceite de oliva.

3) Una vez estén listas las espinacas se escurren muy bien porque sueltan mucha agua. Y, en la misma olla donde se han hervido, se ponen a fuego lento hasta que el agua que siguen soltando se evapore y se mezclan con el tomate triturado y con el atún (la cantidad según el gusto) y se dejan un poco más a fuego lento, no más de un minuto.
-Truco: A las espinacas con tomate y atún se les puede añadir un poco de bechamel (si se hace la bechamel para la lasaña se aprovecha antes de que esté lista, es decir, cuando aun no esté espesa del todo) para darle otra textura y para potenciar el sabor.

4) Poner el horno a calentar por arriba y por abajo a 180ºC.

5) En un molde que se pueda poner en el horno y que tenga una altura de unos 6 cm (mínimo) se pone una capa de bechamel que cubra el fondo y sobre esta una capa de queso en lonchas. Después se colocan las placas de pasta y sobre estas la bechamel y la mezcla de espinacas con tomate y atún y de nuevo una capa de placas de pasta, una de bechamel y una de queso.
Las capas que se pueden hacer son varias. Y se pueden poner más capas de queso. Al final la capa superior será de queso.
-Consejo: las capas de bechamel no deberían ser muy gruesas o la lasaña será muy empalagosa.

6) Dejar en el horno unos 30 minutos, pero ir vigilando para que el queso no se queme demasiado (si pasa esto dejar solo el fuego de abajo).

**Si se prepara la bechamel en vez de comprarla ya hecha:
A) En una sartén, a fuego lento, se derrite mantequilla y se le añade harina hasta tener una masa de color rubio, sin dejar de remover con una cuchara de madera para que no se queme.

B) A fuego lento se va añadiendo leche a la masa de mantequilla y harina sin dejar de remover y siempre en el mismo sentido. La cantidad depende de la consistencia que se le quiera dar, pero una vez se apague el fuego la bechamel se espesará un poco más, y es algo a tener en cuenta ya que hay que trabajar con ella sobre las placas y no debería estar ni muy suelta ni muy espesa.

-Truco: Para que no salgan grumos la leche que se va añadiendo debe estar caliente.