dissabte, 17 de novembre del 2007

Civil War, yo sí sé de que lado estoy...

La Civil War es un gran evento si bien su final no me gusta lo más mínimo, no daré detalles más concretos para que la gente que aun no lo haya leído pueda seguir este artículo sin problemas (me ceñiré a los números que han salido en España por ahora).

Fichas de los autores:

  • Steve McNiven (dibujante) nacido en Ann Arbor (Michigan) en 1967. Reside en Halifax, Nueva Escocia.
    Podéis encontrarlo en los siguientes números (solo hago referencia a Marvel editado en España):
      1. Los Vengadores vol.3 nº 18
      2. Marvel Knights 4 nº 1-6
      3. Ultimate special nº 3 y 4
      4. Nuevos Vengadores nº 7-10, 16
      5. Civil War 1-7
      6. Y diferentes portadas y Pin-ups que podéis encontrar sin mucha dificultad
Podéis visitar su página web: www.stevemcniven.com

  • Mark Millar (guionista) nacido en 1969 con residencia en Escocia.
Podéis encontrarlo en los siguientes números (solo hago referencia a Marvel editado en España):

      1. The Ultimates tomos 1 y 2
      2. Civil War nº 1-7
      3. Marvel Knights Spiderman nº 1-12
      4. Lobezno vol.3 nº 1-7
      5. Trouble: El secreto de tía May (Forum)
      6. Ultimate Fantastic Four nº 1-3, 11-14 y 15-17
      7. Ultimate X-men vol.1 nº 1-6, 8-19 (Forum)
      8. The Ultimates 2 nº 1-6
Podéis visitar su página web: www.millarworld.tv

En el número Civil War 0 podéis encontrar sus fichas personales y algunas muestras de sus trabajos y entrevistas. Es muy interesante y sobre todo el poder conocer un poco mejor a los dos si acabas de entrar en el mundillo que aunque no es mi caso del todo si es de mis primeras colecciones.

Bueno empecemos...

La mala costumbre de querer controlarlo todo no podía acabar bien de ninguna de las maneras, es imposible no posicionarse en este gran evento. Quizás mi gran devoción por el Centinela haya inclinado un poco más la balanza hacia un lado que hacia al otro. Intentaré ser lo más correcta posible y no criticar continuamente a Iron Man y a Reed Richards pero no creo que me sea nada fácil. Decir que todo empieza con el Registro o con la explosión de Stamford quizás no sea del todo correcto, es más bien la gran excusa de algo que se llevaba cociendo hacía tiempo. Los seguidores de la serie regular del Capitán América (que os recomiendo, especialmente ahora que el guionista es Ed Brubaker al que solo debo decir: "Fantástico. Nos has dejado sin palabras") ya sabéis un poco a que me refiero pero no querría estropear la posibilidad de leerlo a otras personas.
Bueno sigamos que me desvío del tema, ¿nadie se ha preguntado que pasa con Nitro? Speedball se pasó de la línea y mucho pero ¿por qué todo el mundo se ha olvidado de Nitro menos Lobezno (y los Atlantes: recordar que un miembro de los Jóvenes Vengadores era la sobrina de Namor)? Es algo increíble la verdad, pero más que nada un poco decepcionante ¿Qué pasa con el gran hombre de hierro (perdonad el tono irónico de la pregunta)? Tan preocupado por capturar a todos los que se oponen a acatar un registro (el mismo por el que convence a Spiderman para que se desenmascaré con las consecuencias que trae para su familia) y un poco despreocupado por el que directamente es el culpable de la gran explosión de Stamford. Vale, el Capi tampoco se libra de críticas en este aspecto si bien entiendo que su situación es un poco más complicada y que no debe ser fácil tener que mantenerse oculto y llevar a cabo la captura de Nitro. Al menos Lobezno es el mejor en lo que hace... o eso se empeña en recordarnos. Así que para los que deseéis saber que pasa con Nitro y descubrir una parte más del puzzle de la Civil War tenéis los números de Lobezno vol.4 18-21.

La Civil War es bastante difícil de seguir leyendo tan solo los siete números que la componen, el Primera Línea y los cruces con las diferentes series regulares son bastante importantes, que si algo caracteriza a Marvel es su gran ingenio para hacernos comprar tantos números como sea posible. Pues con la Civil War han encontrado un gran filón sin duda, no es fácil seguir lo que pasa realmente sin tener varias series regulares a parte. Debo reconocer que yo las de Iron Man no me las pienso comprar y dudo que me las lea... O_o y con Spiderman tampoco puedo, si bien ahora que se ha pasado a mi lado preferido puede ser que me lo replantee, pero solo puede... Sé que había dicho lo de no criticarlos pero es superior a mí. La verdad que no conozco a nadie que apoye el otro lado, que es posible que ni tan siquiera sea una posibilidad... cosa que tampoco me apena en exceso.


Bueno... Reed Richards es el siguiente de mi lista de personajes odiados, nunca me había caído bien pero con su papel en la Civil War no ha podido ni su mujer Sue (la mujer invisible). Se ha lúcido, a su lista se suman el proyecto 42 (super-cárcel), la creación de un clon de Thor que asesina a Goliath, etc. estoy segura de que si tuviera un poco de conciencia no dormiría por las noches.


La verdad, pasan tantas cosas que es difícil poder analizarlo todo con un poco de detenimiento y ver lo que está pasando realmente. Cuesta entender como los héroes se han evadido de la realidad de esta manera, realmente ya no recuerdan quienes son sus verdaderos enemigos. Es triste que nuestros queridos (y odiados en otros casos) personajes se alejan de esa realidad tan cercana que caracteriza a Marvel y a sus personajes. No hablamos de un Superman que viene de otro planeta para ayudar. Tenemos a un chico que antes era el "poca cosa" de su instituto, con los padres muertos al igual que su tío, que está enamorado de una chica con la que ha pasado de todo, o también un antiguo estudiante de Bellas Artes que no se podía alistarse en el ejército porque su físico no se lo permitía y que finalmente se convirtió en un símbolo para muchos. Personajes que podrían ser nuestros vecinos (en un sentido figurado), con sus poderes y sus defectos, con sus cosas buenas y malas pero que siempre estaban ahí. Ahora ya no están, no se han ido pero han dejado de ver para tan solo mirar. Queremos que vuelvan pero ya no hay vuelta atrás, las cosas cambiarán y algunos se irán. Quizás lo único que nos quede de algunos de ellos sea la posibilidad de que Joe Quesada tenga a bien devolvérnoslos...


Fantástico trabajo Marvel... pero no todo serán elogios cuando comente la Civil War ya acabada...



dijous, 15 de novembre del 2007

La libertad (como patrimonio de la humanidad)

Si en algún tiempo la libertad fue libertad temo que la imagen se queda atrás, en la infancia donde las cosas son y no solo parecen. De poco sirve suspirar e intentar mirar atrás o lo que es peor llegar a convertir la libertad en un deber pues deja de ser libertad para convertirse en algo tan pesado como la responsabilidad obligada sobre cuestiones que irónicamente no dependen siempre de uno y no está en "libertad" de elegir la opción que cree correcta. Es difícil ver la libertad como tal siendo una obligación. Quizás no todos quieran llevar consigo la difícil tarea de la libertad propia pero en eso consiste la libertad, en poder declinar tal cosa si así se desea hacer.
En que momento la "seguridad", o lo que actualmente supone tal término, ha encadenado a la libertad. ¿Qué es la libertad? No hace falta mirar un diccionario para entender lo que es, solo hace falta mirar dentro de uno mismo para ver que es una cosa que el hombre y la mujer ansían, no hace falta hablar de igualdades y derechos de... simplemente de la Libertad de ser, de querer, de decir... no hace falta irnos al utopismo de la anarquía (si bien no tengo claro que sea algo tan utópico en términos más concretos).
Las culpas de, las responsabilidades de.... todo cae en un saco con demasiado espacio que llevamos con nosotros, pesan demasiado pero aun así seguimos adelante cargando con el mismo peso a otras personas, no sé si esperando librarnos de un poco de nuestro peso o simplemente, y lo más duro de pensar, seguimos un patrón porque no nos hemos ni tan siquiera planteado lo que supone hacer lo que hacemos.
"Ten cuidado", "Cuidaros mucho"... no hay palabras simples y simplemente no son solo palabras. Todo tiene un efecto y ese efecto es normalmente el miedo y una sociedad empapada de miedo finalmente puede acabar basando su libertad en la seguridad, en luchar contra un miedo que no se sabe bien a que o a quien, y de lo que algunos medios, personas, etc se encargan de "solucionar" proponiendo diferentes dianas contra las que arrojar ese miedo y esa lucha, y la rabia que intentando tapar nuestra ignorancia y miedo se crea.

La Libertad ya solo se ve como una estatua con una antorcha en la mano... un "no sé que de la Revolución francesa", algo que debe ser protegido para no caer en el olvido.





Bendita inocencia... si hay algo que nunca podrá olvidar el hombre es la Libertad...

diumenge, 4 de novembre del 2007

Si el nombre hace la cosa... vaya lío tenemos

La historia de la edición de los cómics Marvel en españa tiene un pasado oscuro. Efectivamente, aunque a la mayoría de los lectores actuales les suene a chino, hubo algo antes de Forum... estamos hablando de Bruguera y, principalmente, de Vértice.

Las etapas de estas dos compañías fueron ciertamente muy duras. Actualmente, cuando los lectores están perfectamente informados sobre las ediciones originales de los cómics y con esta información son capaces de exigir a los responsables de las ediciones epsañolas un alto grado de profesionalidad editorial, se hace raro aludir a una época en la que se retocaban viñetas, se recomponían páginas o incluso se cambiaba completamente el sentido de los textos (he aquí un caso escalofriante gentileza de J. M. del Pozo). Crímenes editoriales como estos se hicieron, y muchos. Eran otros tiempos.

Pero más allá de estas barbaridades Vértice también se envuelve en un halo de romanticismo en el corazón de muchos lectores que reclaman, no faltados de razón, que ese sello fue el que dio a conocer los cómics Marvel por aquí, además de recordar con cariño elementos complementarios de esa época como las míticas portadas del dibujante López Espí, que poco tenían que ver con el tono ni el estilo de las originales, pero que ciertamente eran de un atractivo gráfico singular.

Otra cosa a recordar de Vértice son las traducciones de los nombres de los personajes. Siguiendo criterios varios, el sello español se encargó de traducir muy libremente algunos de esos nombres, cambiándolos por completo en algunos casos. Lejos de ser esto motivo de una sanguinaria crítica, como podría serlo el curioso editing del que hablé antes, lo cierto es que algunos de estos nombres murieron para el mercado con la propia editorial (aunque se mantienen infatigablemente en la memoria de sus lectores), pero otros se mantuvieron a capa y espada, y entre estos algunos de los más alejados de sus originales se han ganado a pulso el reconocimiento al acierto de su elección.

En su día Vértice consideró que al lector español no le sería dificl asimilar un personaje que se llamara Capitán América, llamándose Captain America en los originales yankees (lo mismo hizo con Captain Marvel, al que llamó sin complicarse la vida, Capitán Marvel), como tampoco les parecieron problemáticos los epítetos 4 Fantásticos para los Fantastic Four o el de Los Vengadores para The Avengers, todas ellas traducciones literales sin gran complicación que se han mantenido hasta hoy. Curiosamente la misma suerte no sonrió al Hombre de Hierro, que tras la era Vértice acabó por recuperar su nombre original, Iron Man, como se le sigue conociendo hoy.

En algunos casos, a saber porqué, incluso se mantuvo intacto el nombre original, como con Spiderman (quizá que se pareciera a Superman tuvo algo que ver), o se optó por colocar el nombre propio del personaje en el título de la colección como es el caso de Namor, cuya serie original llevaba por título un epíteto (en inglés, lógicamente; Sub-Mariner).

A medio camino de todo esto podemos encontrar al místico personaje Doctor Strange, cuyo nombre original responde al apellido anglosajón del personaje protagonista, Stephen Strange, pero que fue traducido por Vértice en una comprensible licencia poética, naciendo así Doctor Extraño, como todavía le llamamos hoy.

Pero sin duda los aspectos más interesantes de este baile de nombres aparecen cuando nos fijamos en los cambios más extremos.

Pues aunque muchos no se hayan dado cuenta Wolverine no tiene nada que ver con ningún lobo, ni mucho menos con ningún Lobezno; al contrario, el nombre hace referencia a un curioso depredador nórdico, el "glotón", de agudas garras, cuyo aspecto se parece tan poco a un lobo como, todo sea dicho, el uniforme que viste el pequeño hombre X. Sin duda algo tan trivial como el hecho que los lobos sean feroces y tengan garras (aunque para nada asimilables a las de Lobezno), y la proximidad morfológica del extraño término wolverine con wolf, más conocido, nos ha mantenido a muchos en la inocente ignorancia, pero lo cierto es que el nombre escogido por Vértice ha encontrado fortuna y hombre, mirándolo bien, llamarle Glotón a Logan hubiera sido un tanto cómico...

En otro caso, pese a la popularización absoluta del nombre escogido por Vértice, este tenía tan poco sentido que se tuvo que abandonar forzosamente, ¿pues como se explica a los lectores que conocen bien el cómic original de donde sale el término Dan Defensor, con el que era conocido el alter ego de Matt Murdock, Daredevil? Sin duda respetaba la doble D del uniforme del superhéroe ciego, pero lo de Dan, por mucho que molara, requería de una justificaciíon imposible.

¿Alguien conoce la Patrulla X? este es otro nombre de Vértice, un tanto belicoso, que encontró el apoyo de todos y que se ha mantenido en pie hasta nuestros días (en los cómics al menos, que en el cine es otra cosa) pese a la proliferación de nuevas series mutantes y el gran número de reestructuraciones de las mismas que hubieran permitido el cambio. La colección original se llamaba X-Men, sin importar que en el grupo original hubiera de salida una mujer. En este caso, por lo tanto, además de carismático la elección de Vértice se mostró, probablemente sin pretenderlo, especialmente sensible a la igualdad de género.

Y qué decir de Estela Plateada? Quizá el caso más claro de una traducción que supera el original, un nombre poético para un personaje poético en esencia, al menos en sus andanzas originales y en la forma en la que se ha mantenido en la mente de sus fieles incondicionales. Las míticas desventuras de este atormentado mesías interestelar por liberarse de la cruel cárcel que es nuestro mundo y reencontrarse con su amada Shalla-Ball, con Stan Lee a los guiones y John Buscema a los lápices (¡y qué lápices!) estoy convencido de que brillaron con más luz propia como Estela Plateada que con el prosaico original Silver Surfer, cuyas traducciones castellanas más precisas en otros países (Surfista Plateado, Deslizador de Plata) desde mi punto de vista no resuenan con la misma grandeza.


Las reflexiones podrían seguir en esta línea, pues casos como los de La Masa (Hulk) o Doctor Muerte (Doctor Doom) tienen bastante carnaza para comentar... pero dejemos el resto a la investigación del lector curioso...

TOM STRONG, Alan Moore (o ¿como puede ser tan bueno este tío?)

Tom Strong entraría dentro de esa bonita etiqueta de las 'obras menores' que se adjudica a aquellas obras de un genio que no parecen estar a la altura de sus máximas creaciones y que no se consideran especialmente ambiciosas. Habitualmente poco respetadas, no somos pocos no obstante los que nos deleitamos especialmente con estos títulos teóricamente secundarios, donde a veces, sin la carga de llevar un gran proyecto entre manos, los grandes autores muestran a menudo todo el arsenal de genialidades que les caracteriza con una frescura entrañable. Esto es lo que yo veo en Tom Strong. Cierto que no es Watchmen, ni From Hell, ni Top Ten, ni La Liga, ni Promethea... pero que fácil es darse cuenta en este cómic de lo bueno que es este tío.

El tío en cuestión es Alan Moore, a quién calificaré sin precaución alguna como uno de los más grandes guionistas de cómics que hayan existido hasta el día de hoy; amén de lo problemáticas que son estas manifestaciones absolutas; el talento de este curioso personaje bien merece el desparpajo.


En las obras de arte hay dos grandes vertientes a tener en cuenta, a saber: forma y fondo. La primera es la técnica artística, el dominio del estilo y el medio; lo segundo el mensaje que se transmite, la historia y lo que va más allá de la historia. Alan Moore domina los dos aspectos con maestría, pero quizá lo que más destaca de primeras es la forma: simplemente, el guionista de Northampton es un auténtico maestro del cómic, conoce perfectamente todas sus tretas y sus guiones son lo mejor que se puede encontrar en este mundillo. Inteligentes, hábiles, con gran variedad de recursos... convierten en lectura apasionante cuestiones a menudo de muy difícil manejo. Los guiones de Alan Moore elevan todavía más su estatus cuando los comparamos con los vecinos y nos damos cuenta que la mayoría de guionistas del cómic USA andan entre bastante y muy justitos, y que buena parte de las estrellas más reconocidas del oficio, cuyo talento es realmente notorio en muchos casos, contemplan a nuestro hombre desde una galaxia muy, muy lejana (¿o acaso alguien a leído según que cómic de Grant Morrison sin perderse varias veces?).

La forma en los cómics de Alan Moore, no obstante, no se puede desvinclar del fondo. Siempre hay ideas detrás de sus cómics, siempre hay mensajes muy meditados y planteamientos sorprendentes, algo que tanto se echa de menos en otros cómics cuando sabes que existe, cargando de sentido desde sus títulos más personales (léase From Hell o V de Vendetta) hasta sus participaciones en el tan trillado mundo de las series regulares de Marvel y DC (Capitán Britania o La Cosa del Pantano, por ejemplo).

Tom Strong se publicó bajo el sello ABC (America's Best Comics), una compañía propia creada por Alan Moore tras el fin, presumiblemente definitivo, de sus conflictivas colaboraciones con las grandes editoriales del cómic USA asqueado por el funcionamiento mercantilista de la indústria del medio. Para las malas lenguas los cómics de ABC son el apoyo económico del extraño rumbo que ha tomado la vida del guionista desde hace unos cuantos años, habiéndose iniciado en la magia (la de verdad; con K, como dicen los ingleses), la cual ha ocupado los últimos años una parte muy importante de su vida además de influir, al parecer, de forma capital, en sus nuevos trabajos. Pero las malas lenguas son eso, malas, y el sello ABC ciertamente tiene un nivel de calidad altísimo y como plan general pretende aportar nuevos enfoques a las fromas tradicionales del cómic USA (enfoques de los que probablemente anda muy necesitado).

Tom Strong es una de las apuestas más humildes de ABC; aparentemente poco pretencioso, se presenta como un divertimento de un autor que gusta de ahondar en las formas y los contenidos de la época del pulp y los orígenes del cómic, pues esto es lo que leemos en Tom Strong, las aventuras de un héroe a imagen de los de antaño, que bien pudiera ser coetáneo de Flash Gordon, en un mundo retrofuturista, es decir, en un mundo moderno con las pintas que las gentes de la primera mitad del siglo veinte atribuïan al futuro, con mucho metal reluciente, mucho dirigible y muchos aparatejos de inocente pero imaginativa concepción, un autèntico mundo de maravillas de corte industrial que a los de antaño maravillaba y que a los de ahora se nos presenta con un encanto muy especial. Evidentemente Moore no se limita simplemente a caracterizar el género o el estilo en el que se basa, va mucho más allá dándole giros inesperados e incluyendo el inteligente componente crítico que siempre abunda en sus obras.

Por otro lado a los lápices tenemos a Chris Sprouse, un experimentado dibujante de trazo limpio que sin ser un dechado de genialidades lo cierto es que cumple muy bien su parte y se muestra especialmente hábil en plasmar el tono luminoso y optimista del cómic, así como los geniales escenarios en los que se desarrolla.

Criado por sus padres al margen de la civilización y con gran planificación de su desarrollo, Tom Strong se convierte en un ser humano con óptimas condiciones físicas e intelectuales ejerciendo de héroe y benefactor de la metrópoli Millenium City a través de sus músculos y su cerebro, enfrentando las más variopintas amenazas y liderando un entrañable núcleo familiar. Número tras número Tom Strong encadena pintorescas aventuras al más puro estilo pulp, un planteamiento sencillo que el atractivo dibujo y sobretodo el habilidosísimo guión se encargan de convertir en un fantástico entrenimiento, que en última instancia se muestra cualitativamente muy superior a la mayor parte de los cómics aventureros al uso del mercado USA.

Lo más importante es que no se trata simplemente que Alan Moore presente con gran habilidad los tópicos y usos de un determinado género que incluso para los que no lo hemos vivido en su época tiene su influencia en nuestros referentes, que lo hace, sinó que no contentándose con eso da la vuelta sutilmente a estos esquemas para sorprendernos.

Una útlima cosa curiosa que leí por ahí; al parecer en Tom Strong aparece por primera vez un matrimonio mixto entre un blanco y una negra (Tom Strong y su mujer). Al margen de si la apreciación es absolutamente precisa lo cierto es que casos como estos no abundan en el cómic USA. Por mi parte, sinceramente, no me di cuenta en su día. Alan Moore presenta con absoluta normalidad lo que... debe ser contemplado con absoluta normalidad, así que bien por él, que sigue demostrando que es algo diferente a la mayoría de sus colegas en todo.


Edición española

Tom Strong es territorio Norma, que lo edita hasta ahora en volúmenes recopilatorios, el primero de unas 200 páginas, tapa dura, papel correcto, magnífica presentación y textos y bocetos de complemento. Una buena edición para un cómic de concepción sencilla pero una auténtica delicia de lectura.